martes, 26 de agosto de 2008

US



They made a statue of us

And it put it on a mountain top

Now tourists come and stare at us

Blow bubbles with their gum

Take photographs for fun, for fun


They'll name a city after us

And later say it's all our fault

Then they'll give us a talking to

Then they'll give us a talking to

Because they've got years of experience

We're living in a den of thieves

Rummaging for answers in the pages

We're living in a den of thieves

And it's contagious

And it's contagious

And it's contagious

And it's contagious


We wear our scarves just like a noose

But not 'cause we want eternal sleep

And though our parts are slightly used

New ones are slave labor you can keep


We're living in a den of thieves

Rummaging for answers in the pages

We're living in a den of thieves

And it's contagious

And it's contagious

And it's contagious

And it's contagious


They made a statue of us

They made a statue of us

The tourists come and stare at us

The sculptor's mama sends regards

They made a statue of us

They made a statue of us

Our noses have begun to rust

We're living in a den of thieves

Rummaging for answers in the pages

Were living in a den of thieves


And it's contagious

And it's contagious

And it's contagious

And it's contagious

And it's contagious

And it's contagious

And it's contagious

And it's contagious


Regina Spektor

Video de Blomvisible

martes, 12 de agosto de 2008

Deuda con Pessoa

A Pessoa tengo tiempo buscando leerlo, pero mi desorden y mi reducido tiempo libre, me siguen alejando de él. Desde que empecé a escudriñar sobre el portugués me despertó una inmensa curiosidad por su obra, la misma que se avivó esta mañana cuando tropecé con este artículo de Teódulo López Meléndez, en TalCual Digital. Hoy, espero, podré llegar al Libro del Desasosiego y prestarle la atención que merece. 


Pessoa

Alberto Caeiro Da Silva nació el 15 de octubre de 1889 y murió en 1915, de tuberculosis, como el padre de Pessoa. Álvaro de Campos nació el 15 de octubre de 1890 y se graduó en la Universidad de Glasgow; muere el 30 de noviembre de 1935, al igual que Pessoa. Ricardo Reis murió en la misma fecha; había nacido en Oporto el 19 de septiembre de 1887; era médico. Alexander Search, a pesar de su nombre anglosajón, nació en Lisboa el 13 de junio de 1888; mantiene correspondencia con Pessoa desde los tiempos de Durban; escribía poesía y prosa en inglés. Bernardo Soares vive, como Pessoa, en una modesta pensión de Lisboa donde pasa toda su oscura vida; Fernando lo conoce en una trattoria donde Soares le habla de su vida de escritor y le hace conocer el maravilloso y sorprendente Livro do Desassosego. A Antonio Mora, filósofo, autor deRegresso dos deu ses; Pessoa lo conoce en un manicomio de Cascais, pequeña ciudad de mar en las cercanías de Lisboa.


Charles Robert Anon, escribía poemas y cartas en inglés. A.A. Crosse, participaba en los concursos del Ti mes; no ganó el gran premio que necesitaba para regalarle el dinero a Pessoa y que éste pudiese comprar los muebles y casarse.


Thomas Crosse, tenía como intención traducir al inglés los poetas portugueses sensacionistas. Jean Seul de Mérulet, nació en 1885, escribía en francés. Abilio Cuaresma, amigo íntimo de Pessoa. Vicente Guedes, Federico Reis, Charles Search, Barão de Teive, C. Pacheco, Pero Botelho, Pantaleão, Carlos Otto, Caesar Seek, Dr. Nabos, Ferdinand Summan, Jacob Satan, Erasmus, Dare, una legión, en suma, la legión de Pessoa.


La primera afirmación que se debe hacer es que, en el fondo, Pessoa queda uno dentro de este casi infinito desdoblamiento. Partiendo de aquí debemos señalar que todo se origina en un "sentimento de extrañeza", de un rechazo a aceptar el mundo como sus percepciones lo captan. El enigma de existir, "uma coisa que está para além dos deuses, de Deus, do Destino" (frase de Álvaro de Campos). En "Cartas a Armando Cortes-Rodrigues", Pessoa habla de sus heterónimos como "desdoblamientos". Otra cita de esa correspondencia con el amigo es reveladora, pues describe el fenómeno como sentir en la persona de otro, aclarando que la sinceridad continúa a existir, como es sincero el Rey Lear que no es Shakespeare sino una creación suya.


Antonio Tabucchi, un insigne estudioso de Pessoa (al parecer todo escritor que vive en Portugal es atrapado por él) señala que "l’operazione di Pessoa consiste nel tradurre in un fatto cosí clamoroso e per certi aspetti persino istrionesco como quello della creazione eteronimica, l´elemento piú rivoluzionario del Novecento: la Coscienza", es decir, entra en la literatura el gran narrador de nuestra época: el Yo.

lunes, 4 de agosto de 2008

Ibsen y los Blogs (I)

Tengo este blog abandonado. La verdad, he ocupado mi tiempo en otras cosas (entre ellas, intentar elaborar un blog sobre psicología del consumidor y publicidad), labor que me ha quitado el poco tiempo que dedicaba a intentar escribir algo con sentido por acá. También, tristemente, estoy leyendo menos. Y la escritura de este blog - en realidad todas las escrituras en mi opinión - deben nutrirse antes de una buena lectura. Si no se lee, se comete el error de repetir estupideces y opiniones que a pocos importan. Así estoy yo. Igual, trataré de mantener este sitio a flote el mayor tiempo posible, procurando no ladillar demasiado a los pocos que tienen la amabilidad de pasearse por aquí a echar un ojo. 

Para empezar la labor, copio hoy la primera entrega que hizo Ibsen Martinez (saben todos que yo soy uno de sus fans) sobre los blogs. Ofrece allí una perspectiva interesante, que me parece, merece conversarse. Léanlo y después hablamos, ¿les parece?


 Distopías - TalCual Digital 04/08/08

Ibsen Martínez



1. Hace ya un buen tiempo, en Bogotá, conversaba yo con mi amigo Héctor Feliciano acerca de los blogs.


Feliciano es un notable escritor puertorriqueño, autor de un libro extraordinario: El Museo Desaparecido: Los Nazis y la confiscación de obras de arte (Planeta, 2004).


Por aquel tiempo Feliciano se había avenido a escribir un blog para la website de un gran grupo editorial español. Compartía el índice de autores del blog con otros escritores iberoamericanos y españoles.


El caso es que, luego de seguirlo asiduamente, Feliciano dejó de escribir su bitácora y yo, como lector, lo resentí: Feliciano es dueño de una prosa límpida y muy empática, así como de un don de observación que hacía de la lectura de su diaria entrega –escrita en Nueva York, donde reside y trabaja– una verdadera delicia mañanera.


Las razones que me dio Feliciano para dejar de escribir el blog me resultaron sumamente persuasivas.


Hombre escrupuloso y aplicado, Feliciano dedicaba mucho tiempo a escribir el blog y debía hacerlo, además, contra la diferencia horaria.


Esto restaba tiempo a la investigación y al libro en que creo que todavía debe estar empeñado. Feliciano es un historiador del arte, y sus libros, que se leen fácilmente, requieren para lograr ese efecto, un complejo artesonado que es, precisamente, lo que sustenta la prosa "feliciana", sólo en apariencia fácil de lograr. Y eso consume tiempo.


El otro motivo que invocaba Feliciano era el de los "comentaristas", esos seres anónimos que, la mayoría de las veces sin haberte leído atentamente, van y te insultan sin más. Feliciano, que es todo un caballero, no se retraía de responderle a más de un desalmado, tratando siempre de sacarlo de sus errores o clarificando las intenciones del bloguero. Hacerlo restaba aún más tiempo al trabajo que en verdad le interesaba.


Lo dicho resume los pareceres que hasta hace poco tenía yo de la idea de escribir un blog: me parecía un ejercicio fútil, cuando no pretencioso y, por sobre todo, agotador. Si ya urdir un artículo semanal es un incordio, ¡qué será escribir diariamente algo que no parezca mera efusión del páncreas! 

2.

Insistiré en lo de los "comentaristas".


Los diarios del planeta –cuya pervivencia en edición de papel luce hoy tan amenazada que The New York Times calcula ya que, para 2025, no podrá leerse sino en versión online– han dado a luz una superchería de mercadeo que finge democratizar el trato entre el diario y el lector: el llamado "periodismo ciudadano".


Este último consiste en que cualquier incógnito hijo de puta lee tu artículo en la edición online y, maquinalmente, va y te endilga un epíteto y sanseacabó. Casi siempre con una sintaxis y una ortografía que, en sí mismas, ya son un insulto a la inteligencia.


Lo más llamativo del fenómeno es que los dicterios y las injurias rara vez se desprenden de lo que, en rigor, has escrito. No es preciso, por ello, escribir deliberadamente un blog interactivo para convertirse en conejo de galería de tiro. Como quiera que los artículos aparecen en la versión online, y el diario invita a todo bicho de uña a comentar y a construir su propia "opinática", el articulista no tiene defensor.


A mí me ocurre que, cuando escribo en el blog del Washington Post, no importa sobre cuál tema, aparecen los comentaristas y me ponen verde.


En el caso estadounidense, los comentaristas son mayoritariamente chavistas gringos –¡los peores, donde los haya, pues siempre están dándonos lecciones de historia política venezolana!– y te dicen, de una, que lo que pasa es que estás en la nómina del Departamento de Estado, o que eres de la "élite blanca". ¡Como si Venezuela fuese Suráfrica y yo, con esta facha, pudiese parecerme al "catire" Maninat! Experiencia parecida me de paran las entregas que hago a El Espectador de Bogotá.


No importa de lo que escriba, los comentaristas deciden que hay que atizarme duro como "narcouribista".


En el caso del diario bogotano, la vaina resulta un enigma porque ni siquiera puede decirse que la razón se halla en la polarización política: Colombia no está polarizada en absoluto; el doctor Uribe ostenta 90% de la simpatía pública. Si Colombia está polarizada debe ser entre la suculenta Shakira y el incomparable comediante que es Andrés López.


Mi conclusión es que los comentaristas del "periodismo ciudadano" colombiano son la versión internética de lo que mis mayores llamaban "los sin oficio". En Colombia llaman "mamertos" a los "ñángaras", especialmente a los sin oficio de café. Buena parte del mamertismo descarga su idealización de las FARC en el espacio dedicado al "periodismo ciudadano" online. En Venezuela, el periodismo ciudadano brinda diariamente memorables registros de patología política en los postings que pueden descifrarse –ya que no leerse-en "Noticiero Digital".



3.

Con todo, últimamente me ha dado por los blogs. ¿La razón? Los hay muy buenos. Hay pocos, pero son. El de Arcadi Espada, en España, por ejemplo. Y uno que es sencillamente infaltable en mi dieta diaria: el que elaboran Quico Toro y sus compinches en "Caracas Chronicles" (caracaschronicles.blogspot.com/) Otro blog insoslayable es el de Félix J. Tapia (felixjtapia.org/blog).


Hay uno que requiere récipe morado: discurre mayormente sobre filosofía política. Su lema es "crítica y más crítica". Se llama "La Mosca Cojonera" (fliegecojonera.blogspot.com/) y da la impresión de ser obra de un argentino muy enterado. Y hay otro que, por razones de compartida melomanía, no dejo de visitar. Lo "sube" Irina Capriles, desde Mallorca: http://irinacapriles.es/. Su diseño es modélico: provoca copiarlo.


¿Adónde quiero llegar, dirá usted, con esta bagatela acerca de los blogs que frecuento? Pues ni más ni menos que a mi próxima entrega que se ocupará del blog que, en la soledad de su modesto apartamento de La Habana, escribe una filólogo cubana y treintañera llamada Yoani Sánchez y que saca de quicio al insumergible Fidel Castro: se llama "Generación Y" y usted puede echarle un vistazo en español, polaco, inglés, francés, alemán e italiano (que todos esos idiomas domina la valerosaYoani) enhttp://www.desdecuba.com/ generationy/