domingo, 1 de junio de 2008

What flavor would you be?

Hay un principio en publicidad, últimamente bastante desprestigiado, según el cual "menos es más". Lee Lafever y su esposa lo han entendido a la perfección y han montado un negocio que consiste en dar explicaciones. Su labor, disponible de manera gratuita en YouTube o en su sitio "common craft", consiste en hacer que cada vez más personas entiendan el poder de ciertas herramientas de internet (aunque hablan también de cosas fuera de la red), sabiendo que ayudar a todos a entender eventualmente los ayuda a ellos. En fin, esta pequeña intro es para celebrar la iniciativa de Lee y su esposa, pero yo quiero hablar de otro tema, íntimamente ligado a ellos por supuesto: social media.
Este blog y el espíritu que lo mantiene son obra del poder de los medios sociales. Quizá el calificativo "social" nunca fue más acertado que en esta época. Nosotros tenemos plena consciencia de que el mundo camina hacia una mayor integración y que el "prosumer" o el "pro-am" irá definiendo poco a poco la nueva manera de consumir (información, marcas, medios, etc). Así pues, en plena sintonía con los Lefever y haciendo uso de su genio, aquí va la mejor explicación que he escuchado hasta el momento de qué carajo son los social media. Espero la disfruten.



2 comentarios:

_WolfStrife_ dijo...

La sociedad del pueblo, los tiempos demóticos.

Mi estimado amigo, tiempo sin verle, no tanto sin escribirle. Observo como su entusiasmo por la revolución del Web 2.0 esta tomando cada vez más territorios en sus blogs, y me detengo acá no para arruinar la fiesta, sino para arreglar mi whiskey.

Me preocupa un poco toda esta revolución. No abogo por detenerla, creo que eso es un sin sentido, tanto como el de los fratboys en Seattle con carteles en contra de la globalización. No. Más bien, deseo compartir mis temores.

The World Wide Web unregulated freedom to contribute to it words, numbers, ideas, pictures, and foolishness is creating chaos- in other words, duplicating the world in electronic form.

Esa frase es de un amigo en común, ese gran regalo (o hurto, depende de que tanto le extrañe) que es la obra de Barzun. El amigo de derecha tiene un punto que asusta un poco. El retorno al individualismo y el deseo de una vida incondicionada nos ha dado aquello que deseábamos durante tanto tiempo, la ficción de emancipación, la libertad total. Somos los individuos de la historia.
Pero los problemas asustan. No olvidemos que al final el que todos participen significa que todos poseen voz en un mundo que grita. Al menos el mundo no electrónico tiene la ventaja de las distancias, pero el ordenador grita cada vez que le abro.
La creación, la verdadera creación de carácter artístico o tecnológico, requiere de una mente poco común y de una voluntad fuerte que sirva a una visión original de la vida y del mundo; no de tarados con videos de patinetas en youtube, de blogs basura, de redes sociales que hacen público lo privado y que exaltan al individuo en una epoca donde todos quieren brillar, todos quieren ser distintos.
El individuo es rey, pero que reino tan complicado cuando se convive solo con otros reyes. La verdad mi querido amigo es que no todos son talentosos (me incluyo), y temo que el grito de todas las voces a la vez harán que decidamos dejar de oír, dejar de buscar, y sólo concentrarnos en unos cuantos amigos, extensión de nuestras redes.
Narcissus is back with a vengeance.
Aun así, albergamos esperanzas. Ojala orden se imponga en este caos de red. El orden se lo daremos nosotros, los individuos, pero el orden de la autoridad, del sabio, del poderoso tiene sus ventajas (economía de tiempos, para empezar). Algunos se están dando a la tarea. Esperemos que tengan éxito.
No se, me pegó el bicho de la derecha por un rato. Ya seguro se me quita mañana. Unas palabras del gran Barzun para terminar, y un abrazo.
The point at which good intentions exceeded the power to fulfil them marked for the culture the onset of decadence.

Cronopio dijo...

Querido Wolf,

Fabuloso comentario que agradezco y que espero responder adecuadamente. Comparto tu preocupación, pero debo confesar que de tanto leer sobre el tema, poco a poco me voy tranquilizando. No estoy del todo de acuerdo con el Sr. Barzun (del hurto hablaremos con calma, con un buen frasco in between) y me atrevo a decir, Dios me perdone, que el viejo Jack quizá esté viendo el fenómeno con los ojos un poco arrugados. Esto que acabo de decir, que se acerca peligrosamente a la blasfemia, surge de mi creencia, cada vez más firme, de que la red no es tan caótica como se piensa. Al menos, no es el caos en el sentido peyorativo del término. Estoy terminándome el libro “Free Culture” de Larry Lessig (el tipo es brillante Wolf, give it a look) en el cual defiende su idea de Creative Commons. Lessig es un convencido de que esa “peligrosa” democratización de la herramientas de generación de contenidos no hará sino estimular la creatividad, de manera análoga a como quizá sucedió en un pasado no muy lejano cuando obras fabulosas de la humanidad daban pie a otras todavía más brillantes (no lo he leído, confieso con pena, pero se me ocurre que El Fausto pudiese ser un buen ejemplo). La última mitad del siglo XX, y en esto me atrevo a pensar que estás de acuerdo, se caracterizó por el establecimiento de una cultura “read - only”. Ahora, aún cuando no estemos del todo de acuerdo con el método o pensemos que buena parte de lo generado es basura (que lo es), estamos empezando a transformarnos en una cultura “read - write”. Y este “caos” de basura y de productos francamente poco estéticos, irá dando paso, poco a poco, a obras como la de Blu. Como posiblemente pase con el arte (el arte malo supera en frecuencia al arte bueno, ¿No?) los mismos generadores de contenido irán dándole orden al caos y definiendo qué es bueno y qué no lo es. Lo importante, no obstante, es que se pueda generar el contenido, que exista la posiblidad de expresión, que masifiquemos el “read - write” culture.
Releyendo lo anterior noto que mi entusiasmo puede rayar en el optimismo pelotudo. Pero pienso que inevitablemente la posibilidad de acceder con mayor facilidad a la información y de poder manipularla a placer, necesariamente tendrá que generar elementos fabulosos de expresión humana, aún cuando éstos estén irremediablemente rodeados de patineteros oligofrénicos en YouTube.
Un fuerte abrazo hermano. Reunámonos pronto a hablar huevonadas como esta, que siempre hacen bien y entretienen.