jueves, 14 de febrero de 2008

Instrucciones para leer en la cola

Foto: Cota mil, febrero 13 de 2008 (7:30 p.m)



Se empieza por escoger bien la arteria vial por la que se transitará. Para ello es menester tener en cuenta las dimensiones de la vía, así como el número de obstáculos que hay en ella. Estando en Caracas, las recomendables son la Avenida Boyacá y la Avenida Francisco Fajardo. Ambas se encuentran congestionabas prácticamente a cualquier hora, por lo que constituyen vías mas bien cómodas para una lectura larga y sostenida. Además, al presentar pocos obstáculos (los semáforos son molestos, sobretodo porque tienen la horrible característica de incitar al corneteo, lo que sin duda distrae de la lectura) se pueden pasar largos períodos de tiempo sin sacar la mirada de la obra elegida. 

Se sigue con la elección de la hora de salida. Es éste un elemento importante a considerar, pues se debe procurar la hora pico. Los afortunados habitantes de Caracas harán bien en obviar este punto en razón de lo comentado en el párrafo anterior.  

El tercer punto es el crucial: la elección de la obra. En función de las dos variables anteriores se debe escoger una obra adaptada a las realidades del viaje. Por ejemplo, para colas breves, lo preferible es un buen tomo de cuentos (Cortázar, Borges, Carver, Poe, Marcano, por mencionar sólo unos pocos). Si, por el contrario, se prevé un cola larga y sostenida (de esas que empiezan en San Bernardino y terminan en la principal de Guarenas, o de las que empiezan en la salida de la UCAB y terminan en la entrada a la UNIMET) se puede optar por una buena novela. Evítese, eso sí, las novelas complicadas, esas que Lezama Lima conseguía estimulante, como su propia Paradiso o el Ulises.  Si se nos permite el comentario, esas son obras que merecen un buen sofá, una lámpara de pie y buen tabaco. 

Lo siguiente es la elección de la edición, ligado evidentemente con el punto anterior. Al respecto, son preferibles las ediciones en tapa dura, sobretodo si se manejan carros sincrónicos. Así mismo, es preciso conseguir el equilibrio perfecto entre el tamaño de la fuente y el número de páginas. Ediciones de bolsillo, si bien brindan la comodidad de tomos de menor tamaño, suponen fuentes más pequeñas y menos espaciadas, lo que complicaría un tanto la lectura, sobretodo cuando la cola es de esas que “avanzan lento, pero avanzan”. Evítese, desde luego, ediciones tipo “obras completas”.

Elegidas la vía, la hora, la obra y la edición se puede proceder sin problemas a la lectura. Apoye el libro en el volante, sosténgalo firmemente y mantenga siempre el pie derecho en el freno. Si tiene suerte, conseguirá leer dos párrafos antes de tener que avanzar un poco. De noche utilice la pequeña luz usualmente colocada sobre el espejo retrovisor (en caso de no funcionar, venden unas pequeñas lamparitas que se cuelgan como brazos diminutos de la tapa del libro. Otra ventaja, por cierto, de las ediciones de tapa dura). Procure manejar por el canal izquierdo, para evitar la desconcentración que producen las salidas, así como también la molestia de los carros recalentados y detenidos en el hombrillo. Al terminar (la cola o la obra, cualquiera que llegue primero a su fin) coloque el libro en su guantera, apague el carro y entre a su casa. 

8 comentarios:

carlos dijo...

Mi comentario es agri/dulce. Si bien es aprovechar el tiempo en algo tan lucrativo literariamente hablando, y al mismo tiempo, utilizar este maravilloso hábito para no sentirse sentado en un hoyo negro del tiempo y espacio.
Luego uno se va de CCS, me detengo dos veces en el mismo semáforo y se me enerva la sangre. Y aun uno se queja porque me tardo como mucho 20 minutos en llegar al trabajo, y la gente en la oficina te dice que ese tiempo esta regularmente bien.
Son con ejemplos como el tuyo cuando uno pone los pies sobre la tierra.
Para terminar, simplemente genial tu blog el día de hoy. Gracias.
Saludos.

Cronopio dijo...

Carlos,
Efectivamente, Caracas se ha convertido en el ejemplo que se cita cuando se quiere pensar "bueno, tan mal no estamos". Para usar un término horrible del mercadeo, somos el "benchmark" al revés de lo que debería esperarse en muchos asuntos relativos a la calidad de vida.
Gracias por la visita y saludos.

Anónimo dijo...

Brillantemente escrito panita.

Es siempre durante una cola que recuerdo los libros pendientes por leer.

He estado pensando que en un universo alterno en el que soy más desvergonzado, tendría una vieja computadora empotrada donde va la radio (para leer wikipedia) y una buena biblioteca en el lugar donde va el asiento trasero.

Cronopio dijo...

Gracias Mr. Pratt, aprecio mucho el comentario.
Me parece maravilloso ese universo alterno que comentas. Quizá no es necesario ser desvergonzado para ir armando una suerte de biblioteca ambulante. . Si no hacemos esas cosas, Caracas irá, poco a poco, sembrándonos tumores y tics nerviosos en nuestra débil humanidad.
¡Un fuerte abrazo!

vanesaurus dijo...

Después de intentar muchas cosas como escuchar miles de horas de música clásica, ojear el periódico, buscar cursos de idiomas en audio, practicar el vocabulario de los cursos, etc, decidí seguir tú consejo. Tengo un iPod Touch, que permité guardar varios libros y modificar el tamaño de letra a conveniencia, y que pasa las páginas con solo rozar la pantalla.

Puedo orgullosamente decir que esta semana empecé y terminé exitósamente La Metamorfosis de Kafka, y un cuento de Lovecraft (The Call of Cthulhu).

Mañana arranco con Los Miserables, tengo que ir para Guarenas.

Anónimo dijo...

Impresionante Cronopio, tu manera de describir los vericuetos de mi bella y extrañada Caracas. No dejo de contagiarme cada vez mas de tus acertados comentarios y de tu entretenida visión de lo cotidiano. Gracias,

tu buen amigo

- Bruce Wayne

Cronopio dijo...

Vane, gracias por la visita y el fabuloso comentario. Me encanta que grandes como esos te alegren en lo posible las interminables colas. Yo estoy con Chesterton ahora y pronto pasaré a una edición bilingue de Yeats (que quiero leer por Cortázar) y los cuentos completos de Ana Teresa Torres. Gracias también por el dato del Ipod Touch, no sabía que se podía hacer eso.
Un gran abrazo y gracias again por la visita.

Bruce, siempre será bienvenido por estos lares a comentar las extrañas bellezas de nuestra caótica ciudad. Agradezco mucho tu sincero comentario y espero verte por acá nuevamente.
Un fuerte abrazo y gracias

Anónimo dijo...

Hello Stranger, fabulosa prosa. Buen consejo para aquellos que habitamos este gran estacionamiento llamado Caracas.