Coincidencias
Estoy leyendo por primera vez (por una deuda personal que todavía es extensa y que mantengo desde hace tiempo con la literatura venezolana) nuestro clásico "Doña Bárbara".
Evidentemente no es nada novedoso decir que en la célebre novela de Don Rómulo se puede ver claramente parte de la identidad venezolana, por lo que no pretendo profundizar en ese aspecto.
Quiero, eso si, compartir este brevísimo extracto que no merece comentario.
Hasta el próximo post...
RC.
"Se parecía a casi todos los de su oficio, como un toro a otro del mismo pelo, pues no poseía ni más ni menos que lo necesario para ser jefe civil de pueblos como aquél: una ignorancia absoluta, un temperamente despótico y un grado adquirido en correrías militares"
Doña Bárbara, capítulo I de la segunda parte, 3era edición Biblioteca Ayacucho
2 comentarios:
Querido Cronopio,
tal y como te dije en la vida real, se ve a leguas que eres escuálido,jejejeje, lo digo porque queda bastante claro que quieres implicar lo que se lee en el fragmento que citas de "Doña Bárbara" con algunas características de la personalidad del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, no dudo que existan similitudes no objetables, pero tal y como te comentaba en persona, "Doña Bárbara" parece funcionar como una suerte de Biblia, de modo que dependiendo del código que se le aplique se puede lo que se quiera. En cualquier caso, estoy segura de que el difunto y adequísimo señor Gallegos hubiera encontrado halagador tu coemntario.
Y como yo no soy ni chavista ni escuálida te dejo esto: ¡Con AD se vivie mejor!
Estimada Viandante,
En efecto, soy muy antichavista y coincido completamente con aquello de que la novela de Gallegos se presta para múltiples interpretaciones. No en vano, Chávez llama a Bush Mr. Danger.
Me gustó eso de que Gallegos encontraría halagador la referencia a su texto. Con todas sus carencias políticas (las cuales no estoy en capacidad de enumerar ni de explicar), creo que fue uno de esos venezolanos insignes que nuestro país extraña profundamente. Lástima que esos elementos negativos de nuestra idiosincrasia que Gallegos retrata tan bien en su novela estén cada vez más vigentes.
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